Mi primer blog

A pesar de haber comenzado mi viaje por el aprendizaje hace muuuchos años, nunca es tarde para seguir experimentando nuevas aventuras, y os aseguro que ésta promete ser muy enriquecedora para mí. Y espero que nos sirva para intercambiar conocimientos y opiniones a todos los que os atreváis a acompañarme. Me entusiasma la curiosidad de los niños y sus ganas de aprenderlo todo. Bien es verdad que todos somos diferentes y cada uno necesita una forma especial de continuar ese camino que emprendemos...¿desde que nacemos? ¿antes de nacer? hay algunos pensadores que se atreven incluso a decir que muchos años antes, con el entorno cultural de la madre, sus hábitos, su salud física, y otros muchos factores, ya estamos influyendo en su futuro desarrollo. Aunque sea un proyecto ambicioso, trataré de abarcar estas cuestiones, para contribuir a que los más pequeños consigan obtener el máximo provecho de los recursos que cada uno posee, en el comienzo de su andadura por la senda de la Educación.

viernes, 13 de enero de 2012

LENGUAJE DE SEÑAS AMERICANO (ASL)


A pesar de que a partir de los nueve meses los bebés ya son capaces de saber lo que necesitan, todavía no pueden comunicarlo con palabras. Para intentar salvar esa barrera que transcurre en el lapso de tiempo hasta que el bebé comience a hablar, podemos  empezar con esta forma de comunicación, que además reporta otros muchos beneficios.
  
Algunos padres piensan que esto les retrasará en la adquisición del lenguaje, pero los estudios  que se han llevado a cabo desde los años ochenta, elaborados y avalados por instituciones como el National Institute of Child Health and Human Development  señalan que, enseñar la lengua de signos, además de constituir una herramienta de comunicación, añade otros beneficios:
  • Se incrementa el vínculo afectivo con el bebé, al interactuar con él de manera temprana
  • El bebé experimenta menor frustración, al poder comunicar sus necesidades y sentimientos, disminuyendo así el llanto y el berrinche.
  • Se promueve y estimula el desarrollo del lenguaje verbal y amplía el vocabulario del niño en los años posteriores.
  • Se Incrementa el IQ del bebé
  • Aumenta la autoestima del niño, al compartir su mundo con quienes le rodean.
  • Debido a que las señas involucran tanto la vista como el lenguaje verbal, se utilizan ambos hemisferios del cerebro, lo cual produce más sinapsis, o conexiones, en el cerebro en desarrollo del bebé.
  • Eleva el interés por la lectura y los libros al poder expresar lo que ve.
  • Si el bebé está siendo educado de una manera bilingüe, funciona como puente entre los dos idiomas.
El lenguaje no verbal de los bebés está basado en el Lenguaje de Señas Americano (ASL) y comprende ideas básicas relacionadas con el cuidado básico de los más pequeños, como pueden ser la comida, el baño, la higiene, las emociones o las personas más allegadas.
Cuando le enseñamos a nuestros bebés el lenguaje de signos, debemos demostrarles muchas veces, cuál es el signo correcto para la palabra o la idea que le estamos enseñando, y también pronunciando la palabra una y otra vez.
  • Mamá: con la palma estirada y los dedos apuntando hacia arriba, acerca el pulgar a tu barbilla.
  • Papá: igual que la seña de mamá, pero con el dedo pulgar en la frente.
  • Comer: acerca la mano a la boca, como si sujetaras un pedazo de comida y fueras a introducirla.
  • Leche: abre y aprieta el puño (como si se ordeñara una vaca).
  • Bañarse: mueve los puños de arriba hacia abajo sobre el pecho.
  • Caliente: simula morder algo y echarle aire con la mano.
                                                                                             

miércoles, 11 de enero de 2012

Libros para el bebé

Cuanto antes empecemos a familiarizar a nuestros bebés con los libros, antes se iniciarán en el mundo del lenguaje, facilitándoles su aprendizaje y a expresarse correctamente en el futuro.
Los bebés nacen, además de la satisfacción de las necesidades primarias y por supuesto de afecto, con una necesidad de estimulación hacia la palabra, tanto oral como escrita, y dependen de  los adultos para conseguirlo.

Desde los primeros meses puede disfrutar de los diferentes colores y formas que ofrecen las imágenes, así como de nuestra demostración de cariño prestándole el tiempo y la dedicación  necesarios para comenzar a estimularlos con esta preciada herramienta.
A partir de los seis meses, que ya puede comenzar a sentarse, el bebé puede empezar a disfrutar de sus primeros libros, que están especialmente diseñados para ellos, diferentes por sus materiales; tela, cartón , con sonidos, de plástico  ideados para jugar en el baño, etc.
Al principio los utilizarán como un juguete más, algo que les llama la atención, algo para tocar, manipular, tirar, pero pronto se convertirán en un objeto para jugar con la imaginación, con el pensamiento y con el lenguaje. Empezarán a interesarse por sus historias y querrán escuchar una y otra vez sus cuentos preferidos. Esto también es importante, ya que la repetición ayudará a adquirir memorización y noción de secuencia.
Cuando leemos un cuento estamos interactuando con el bebé, empleamos distintas voces y ruidos: agudos, graves, de niños, de animales, etc. A ellos no les interesan tanto los contenidos como la sonoridad de las palabras.
El libro permite que el bebé aprenda y desarrolle su capacidad de atención y de expresión.
Los padres constituyen un determinante en el desarrollo del hábito de la lectura, ya que los niños imitan todo lo que ven.





APRENDE A JUGAR Y JUEGA APRENDIENDO

En las primeras etapas del desarrollo cerebral del bebé, el juego es fundamental para ir adquiriendo mayores habilidades, que le ayudarán en su proceso de enseñanza-aprendizaje en el futuro, además de estrechar los lazos de unión con sus padres.
Con el juego se desarrolla la memoria y el lenguaje, se aprende el funcionamiento de las cosas y se facilita la adaptación al entorno,claro síntoma del desarrollo de su inteligencia.
Aunque nos parezca que el bebé está centrado en este tiempo sólo en comer y dormir, su cerebro no deja de modificar esquemas y adquirir nuevos con cada contacto que le ofrecemos.
No podemos esperar mucha interacción con un recién nacido, pero desde los primeros momentos el bebé se muestra muy interesado por todo lo que ocurre a su alrededor. Lo que más le llamará la atención será el sonido de nuestra voz, los gestos de nuestra cara y sobre todo nuestro contacto.
En el transcurso de unos pocos meses ya estará preparado para interrelacionarse con nosotros, a través de sus miradas sonrisas y gorjeos.
En el denominado "Periodo Sensoriomotor" según Piaget, "el juego se caracteriza por el hecho de prolongar la ejecución de alguna acción, por el puro placer funcional"
Los bebés juegan con sus manos y pies, balbuceando, haciendo burbujas con la saliva... Hemos de ayudarle a perfeccionar sus posibilidades hasta que por fin consiga coger y tirar cosas con las manos.
Para ellos los juguetes no significan nada si no hay alguien detrás que le haga aprovechar su estimulación.
El juego es aprendizaje. Como en todo, cada bebé lleva su ritmo y cada uno manifestará interés por unos juegos frente a otros.
A partir de los 6 meses con un nuevo avance motor, les podemos proporcionar juguetes como pelotas, peluches, o juegos clásicos como el cucutrás para ayudarle a entender que los objetos no desaparecen cuando no están al alcance de su vista. Se recomiendan juegos funcionales, de acción, de sensaciones y movimientos;como jugar con sus dedos, los cinco lobitos o la lectura de cuentos empleando diferentes tonos de voz.

Infinidad de cosas que aprender...jugando.





lunes, 9 de enero de 2012

LA MÚSICA COMO ESTIMULACIÓN

Numerosos estudios avalan la notable influencia que para el desarrollo del cerebro infantil supone la música, en su aspecto intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz,  en especial la música clásica que, según todos los indicios, es la preferida por los bebés aunque, como ya se mencionó anteriormente, cada ser conlleva un patrón diferente de aprendizaje, e incluso puede mostrar atracción por distintos tipos de música según la etapa en que se encuentre.   

Según algunos estudios, los bebés aprenden a hablar llevando a cabo un examen del lenguaje y de su ritmo. La comprensión de las palabras se produce gracias a la repetitividad de los sonidos y de su frecuencia, características que son propias de la música.  El investigador Edwin Gordon, en su conferencia en Roma en 2002, nos decía: La música no es un idioma, no tiene sustantivos, verbos, adjetivos, pero la manera en que la aprendemos es idéntica a como aprendemos nuestro idioma. (…)   La enseñanza es inducida, es algo que proviene del externo. La educación es en cambio lo que se extrae del interior de una persona a través de la intuición. Lo que se debería hacer entonces es educar a los niños a la música, no enseñársela. Hay muchos modos de hacerlo pero quisiera comenzar hablando de algunas investigaciones que he desarrollado, que pueden ayudarles a entender mejor.  Sabemos que más palabras escucha un niño en su fase de enculturación, más inteligente (desde el punto de vista lógico-verbal) será de grande. En música, de la misma manera, mayor es la variedad de música que un niño escucha, mayor será de grande su inteligencia musical. A través de nuestras investigaciones hemos podido constatar que la mejor manera de alcanzar este objetivo es cantándole al niño lo más tempranamente posible, apenas nace, de manera muy comunicativa.  (…) La música no posee una gramática pero sí una sintaxis, que viene a ser el orden lógico de los sonidos.”

                                                                                                

Cuando utilizamos las canciones infantiles para interactuar con los bebés, basadas en sílabas rimadas y repetitivas con ritmo y acompañadas de gestos, les facilitamos la adquisición del habla y la comprensión del significado de cada palabra.
Con la educación musical temprana trabajamos:
  • El desarrollo de la voz: lenguaje y canto.
  • El contacto con las fuentes sonoras a través de materiales diversos: objetos e instrumentos.
  • El reconocimiento y la representación en cuanto a la duración, intensidad, altura, timbre, etc., del sonido.
  • El desarrollo de la percepción auditiva y del pensamiento musical.
  • La utilización del movimiento como medio de expresión y sensibilización motriz, visual y auditiva, para conocer el propio cuerpo, desarrollar el sentido rítmico y fomentar las relaciones sociales.
  • Preparar su aprendizaje en matemáticas, pues la música es pura matemática.
  • Facilita el aprendizaje de otros idiomas, potenciando su memoria.




miércoles, 4 de enero de 2012

NACE Y SIGUE APRENDIENDO

                                                                                                                         
FFFFF
Cuando nace el niño posee una mente plástica, capaz de procesar la información que le llega tanto desde las fuentes de estimulación internas como externas, y una propensión natural al aprendizaje que, los mediadores, padres y docentes, debemos saber potenciar. Aunque la herencia determina entre un 30 y un 60% las posibilidades y recursos que pesee cada persona, esto nos deja un amplio margen de acción para que la Educación repercuta de manera beneficiosa según las necesidades de cada uno, y siempre atendiendo a la diversidad.




Todos somos diferentes, y cada niño tiene un ritmo distinto de aprendizaje y una forma distinta de aprender.
Sabiendo que los primeros meses de crianza pueden repercutir en el futuro del niño, debemos prestar especial atención a aspectos como: 

  • El apego:  Los intercambios afectivos del bebé con su madre son fundamentales para su buen desarrollo. Hacer frente al estrés que suponen unas relaciones tempranas alteradas, significa desviar las energías y no dedicarlas íntegramente a su empleo en las funciones cognitivas tempranas. El calor, el olor, el tacto y el tono de voz de la madre,  proporcionan al bebé placer y bienestar.
  • Nutrición: Ya sea lactancia materna o biberón, el bebé cuando se alimenta estudia el rostro de su madre, sus movimientos y expresiones. Se aprovecha este momento para establecer y fortalecer los lazos afectivos, acariciándolo en la mejilla y conversando con él en los momentos que el bebé se toma de descanso.
  • Estimulación:  Desde el nacimiento, la voz de la madre le calma y tranquiliza, igual que el latido del corazón, sonidos que ha escuchado desde el útero materno, es por eso que las voces humanas son los sonidos que más atraen la atención del bebé y es importante saber utilizar este recurso para llamar su atención con distintas voces, tonos, canciones y risas.