Mi primer blog

A pesar de haber comenzado mi viaje por el aprendizaje hace muuuchos años, nunca es tarde para seguir experimentando nuevas aventuras, y os aseguro que ésta promete ser muy enriquecedora para mí. Y espero que nos sirva para intercambiar conocimientos y opiniones a todos los que os atreváis a acompañarme. Me entusiasma la curiosidad de los niños y sus ganas de aprenderlo todo. Bien es verdad que todos somos diferentes y cada uno necesita una forma especial de continuar ese camino que emprendemos...¿desde que nacemos? ¿antes de nacer? hay algunos pensadores que se atreven incluso a decir que muchos años antes, con el entorno cultural de la madre, sus hábitos, su salud física, y otros muchos factores, ya estamos influyendo en su futuro desarrollo. Aunque sea un proyecto ambicioso, trataré de abarcar estas cuestiones, para contribuir a que los más pequeños consigan obtener el máximo provecho de los recursos que cada uno posee, en el comienzo de su andadura por la senda de la Educación.

miércoles, 11 de enero de 2012

Libros para el bebé

Cuanto antes empecemos a familiarizar a nuestros bebés con los libros, antes se iniciarán en el mundo del lenguaje, facilitándoles su aprendizaje y a expresarse correctamente en el futuro.
Los bebés nacen, además de la satisfacción de las necesidades primarias y por supuesto de afecto, con una necesidad de estimulación hacia la palabra, tanto oral como escrita, y dependen de  los adultos para conseguirlo.

Desde los primeros meses puede disfrutar de los diferentes colores y formas que ofrecen las imágenes, así como de nuestra demostración de cariño prestándole el tiempo y la dedicación  necesarios para comenzar a estimularlos con esta preciada herramienta.
A partir de los seis meses, que ya puede comenzar a sentarse, el bebé puede empezar a disfrutar de sus primeros libros, que están especialmente diseñados para ellos, diferentes por sus materiales; tela, cartón , con sonidos, de plástico  ideados para jugar en el baño, etc.
Al principio los utilizarán como un juguete más, algo que les llama la atención, algo para tocar, manipular, tirar, pero pronto se convertirán en un objeto para jugar con la imaginación, con el pensamiento y con el lenguaje. Empezarán a interesarse por sus historias y querrán escuchar una y otra vez sus cuentos preferidos. Esto también es importante, ya que la repetición ayudará a adquirir memorización y noción de secuencia.
Cuando leemos un cuento estamos interactuando con el bebé, empleamos distintas voces y ruidos: agudos, graves, de niños, de animales, etc. A ellos no les interesan tanto los contenidos como la sonoridad de las palabras.
El libro permite que el bebé aprenda y desarrolle su capacidad de atención y de expresión.
Los padres constituyen un determinante en el desarrollo del hábito de la lectura, ya que los niños imitan todo lo que ven.





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